sábado, 30 de octubre de 2010

Entre la crítica y la fascinación

Entre la crítica y la fascinación: cuando el arte coquetea con la tele

Exponen, en Espacio Fundación Telefónica, los artistas que repensaron un fenómeno imparable en sus inicios e hicieron historia en los años 60.

Por Marina Oybin - ESPECIAL PARA CLARIN

El 17 de octubre de 1951 se hizo en la Argentina la primera transmisión televisiva. Muy pocos tenían tevé: amigos y vecinos se reunían para ver los programas. Ya en 1953 había 32.000 aparatos y sólo dos décadas después nuestro país ostentaba, con 2 millones de aparatos, el récord de horas transmitidas por televisión en todo Occidente.

Tanto fue el interés que generó el nuevo chiche que un grupo de artistas puso el foco allí.

Televisión. El Di Tella y un episodio en la historia de la TV , la excelente muestra en Fundación Telefónica, curada por Rafael Cippolini e Inés Katzenstein, se centra en las relaciones entre arte y televisión a través de las experiencias que se realizaron en el Instituto Di Tella, entre 1965 y 1969. Los artistas experimentaron con la tevé, buscaron resignificarla, trasformarla y darle nuevos usos .

La muestra incluye material de archivo, fotos, grabaciones inéditas que son joyitas, manuscritos, y artículos de diarios. Hay también obras de Luis Felipe Noé y Jorge De la Vega, y una serie de instalaciones de Jorge Macchi, Miguel Mitlag y Andrés Di Tella realizadas especialmente para esta muestra.

¿Qué hacían los artistas de los 60? En Situación de tiempo (1967), David Lamelas reunió en una sala a oscuras del Instituto 17 televisores Siam Di Tella. Los sintonizó en un canal inexistente e invitó a los espectadores a pasar ocho horas dentro de la sala. Se proponía vaciar de contenido la pantalla y envolver al espectador en una atmósfera de luz catódica alienante.

Pensando en aquellos años, Andrés Di Tella, hijo de Torcuato Di Tella, hizo una proyección con material televisivo de época. Un zapping imaginario de los 60 donde desfilan Andrés Percivale cubriendo la Guerra de Vietnam, Mónica Cahen D’Anvers desde Cabo Cañaveral y los jovencísimos Marta Minujín y Edgardo Giménez.

Los artistas pop buscaron llegar al gran público a través de la tevé. Y lo lograron. Las filmaciones de época dan cuenta del lugar que ocuparon en la pantalla chica como verdaderas estrellas y de la repercusión que tuvieron históricos happenings comoSimultaneidad en simultaneidad (1966), que incluía un circuito cerrado de tevé, y La Menesunda (1965), que incluía una sala donde una pareja en la cama miraba tevé.

Marta Minujín hizo el primer happening televisado de Latinoamérica. Cuenta la artista en una entrevista que puede verse en un pequeño monitor en una de las mesas, que como el término se venía usando en los medios con un sentido inapropiado, se lanzó a hacer uno en el programa “La campana de cristal”. Y lo hizo: ponies encabritados que llevaban latas de pinturas y a su paso salpicaban a la audiencia, strippers musculosos reventando globos con pinches adosados al cuerpo y decenas de gallinas sembrando plumas por doquier hicieron encolerizar al presentador del programa. Acto seguido: cortaron la transmisión.

En la vereda opuesta a la de los artistas pop, Eduardo Costa, Raúl Escari y Roberto Jacoby buscaron analizar los mecanismos de la televisión, poner en evidencia el poder de los medios en la construcción de la realidad e imaginar nuevos modos de participación. Así, el Happening para un jabalí difunto –en el que participaron Oscar Masotta, Manuel Mujica Lainez, Antonio Gasalla, entre muchos otros– buscó “construir la obra en el interior del medio”. Un informe y una serie de fotos publicitaban un evento artístico que nunca existió. Sin embargo, muchos medios gráficos difundieron la supuesta noticia sin chequear la información.

Una muestra que cautiva más que la tevé, y que, por la cantidad de fotos, grabaciones inéditas, entrevistas e instalaciones hay que recorrer con tiempo.



fuente: http://www.revistaenie.clarin.com/

viernes, 29 de octubre de 2010

Los hachazos creativos de Andrés Di Tella

En construcción

Los hachazos creativos de Andrés Di Tella

Junto con el cineasta Claudio Caldini, el director de El país del diablo recuperó las cintas desechadas por algunas distribuidoras cinematográficas y, con ese material, preparó unaperformance que tendrá su reflejo en un libro y una película

Viernes 29 de octubre de 2010 | Publicado en edición impresa
Los hachazos creativos de Andrés Di Tella
En vivo. El trabajo que Di Tella presentó en la Sala Lugones combina literatura, música, teatro y otras artes visuales. Pero el proyecto no se agota allí. Foto GUILLERMO UENOVer mas fotos

Por Diego Rojas
Para LA NACION

El miércoles 20, presentó junto con Claudio Caldini la performance Hachazos en el marco del DocBsAs. Poco después, Andrés Di Tella se toma un respiro antes de contar los proyectos en los que se encuentra sumergido. "Estoy multifacético", aclara y señala que laperformance en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín mostró una de esas facetas novedosas. "Documental en vivo", como lo denomina Di Tella; "cine expandido", según la acepción de Caldini, el acontecimiento conjugó lectura de textos, un poco de teatro, música y proyecciones: "Algunas imágenes provienen de los tachos de basura de las distribuidoras. Destrozaban las cintas a hachazos para que no pudieran ser usadas de nuevo. El padre de Claudio rescató varias latas que estaban tiradas". Di Tella cuenta los orígenes de la sociedad con Caldini: "Lo conocí durante mi primera filmación. Mi mamá me pidió que ayudara a Marta Minujín con un video que estaba preparando: Marta debía quedar enterrada y yo debía tirarle paladas de tierra. Fue en 1976, tal vez era una metáfora de lo que pasaba en esos días. El hombre que filmaba era Caldini". Después, Di Tella le perdió el rastro: Caldini, que hacía cine experimental, se había ido a la India. Hasta que, hace poco, se reencontraron: "El cuidaba una quinta en General Rodríguez. Nos empezamos a juntar todas las semanas. El fruto de esas conversaciones es un libro que mezcla ensayo autobiográfico, la biografía de Caldini y fotos. Espero publicarlo el año que viene, se llamará Hachazos ". Laperformance también se originó durante esas charlas; pero, claro, cineastas los dos, resultaba inevitable una película. "Al principio no pensaba hacerla, pero finalmente decidimos hacer una en colaboración. Está filmada y ahora la estoy editando. Se llama El peligro del ojo ", explica Di Tella. El documentalista también participa de la exhibición en Fundación Telefónica sobre el mítico instituto que lleva su apellido. "Hice una instalación en la que se ve a Marta Minujín mirando la tele, haciendo zapping , mientras otra pantalla muestra los canales que va pasando. En cierta medida es como cerrar un ciclo, ¿no? De aquella primera filmación con Marta y Caldini a estos proyectos que los incluyen", reflexiona.



fuente: ADN / La Nación

"Hachazos", 20 de octubre 2010



Hachazos
Performance / proyección en formatos múltiples de Claudio Caldini y Andrés Di Tella.
Sala Leopoldo Lugones, Teatro General San Martín, Buenos Aires, 20 de octubre 2010.

video: Darío Schvarzstein


jueves, 28 de octubre de 2010

Plaza de Mayo








Este mediodía, en Plaza de Mayo. La fila para pasar delante de Néstor y Cristina iba desde la Plaza de Mayo, por Rivadavia, hasta la 9 de Julio y volvía por Avenida de Mayo de vuelta hasta la plaza. En mi cálculo, mínimo 8-10 horas de cola. Impresionante. Mucha emoción. Tuve la sensación de que algo está pasando.

diario de Curitiba (5)

El jurado, integrado por Rubens Machado Jr, Carlos Magno Rodrígues y un servidor, hace entrega del premio a Melhor Filme em Tomada Unica, ganado por la argentina residente en Curitiba, Eugenia Castello, directora de Iaia et Leni. La principal competencia del festival era la de "toma única", en la cual los concursantes debían filmar un sólo rollo de super-8, haciendo montaje en cámara. Para evitar trampas, debían entregar el carrete expuesto para que las autoridades del festuval lo procesen, con lo cual los realizadores -al borde del infarto- veían su corto por primera vez al mismo tiempo que el público.

Denise Soares se llevó los premios a Melhor Produçao de Arte y Melhor Sonorizaçao (hecha en vivo, durante la proyección, reaccionando ante imágenes que ella y su equipo habían filmado pero nunca visto). Su corto se llama Eleonora, en homenaje a Maya Deren (hubo no uno sino dos cortos en homenaje a Maya Deren...)

Filhos da puta es el simpático título del simpático corto de Gil Baroni que se llevó el premio al "melhor montagem en fílmico". Había otra sección competitiva con cortos filmados en super-8 pero editados en video. Llamativamente, los cortos que fueron montados en cámara, es decir "a ciegas", eran casi todos superiores a los que pasaron por un proceso de postproducción "normal". ¿Moraleja?

Fotograma de Iaia et Leni, el corto ganador. Las niñas Iaia y Leni, de tres o cuatro años de edad, ganaron también, ex aequeo, el premio a Melhor Atuaçao (idea mía que por suerte prendió).

Algunos de los cineastas concursantes.

El honorable público curitibense, que llenó varias funciones.

A conversa pública entre Caldini e eu, llevada adelante descaradamente en portuñol. Rafael Urban, factotum del festival, traducía alguna que otra palabra inventada.

Otra imagen de la performance de Hachazos en Curitiba.


fotografías de Nicole Lima.

miércoles, 27 de octubre de 2010

diario de Curitiba (4)

Anoche, paramos para sacar una foto frente a la casa de Dalton Trevisan. Rafael Urban, nuestro anfitrión, nos contó que se trata de una especie de leyenda viva de Curitiba, en el molde roto del escritor-recluso alla Salinger. Trevisan tiene 85 años y dio su última entrevista, tal vez la única, hace medio siglo, en 1959, cuando ganó un premio por su primer libro, Novelas nada exemplares. Cuando tenía veinte años dirigió durante unos pocos números una revista que quedó en la historia de Curitiba, Joaquim (ver foto abajo). Rafael, un hombre habitualmente medido, asegura que Trevisan es el mayor escritor vivo del Brasil, nada más ni nada menos. (Hay que decir que Rafael se entusiasma cuando se trata de su ciudad natal: nos cuenta que el Teatro Municipal de Curitiba fue el primer teatro de Brasil, o el más grande, o ambas cosas; que la Universidad de Paraná es la más antigua del país; que su club el Atlético Paranaense no sé qué, etc, etc).

Trevisan escribe textos muy cortos, cuentos o esbozos. Parece que pasa sus originales a algunas pocas personas de su confianza pero también a desconocidos. La novia de un amigo de Rafael cada tanto recibe alguno. El amigo de Rafael es fanático de Trevisan. La novia averiguó el recorrido cotidiano del viejo, lo siguió sigilosamente dos o tres veces, hasta animarse a abordarlo un día en el supermercado. Con mucha precaución, le habló de cualquier cosa, sabiendo de su fama de escurridizo. Según Rafael, si alguien le hace alguna pregunta respecto de su trabajo o de su vida, dice ser otra persona. Los que lo conocen, protegen su anonimato. De ese modo, la novia del amigo de Rafael se encontró con Trivesan varias veces, siempre de rigurosa casualidad, hasta que entró en confianza y el viejo le confesó que, en realidad, era escritor.
-¿Ah sí? ¿Y qué cosas escribe Usted?
-Bueno... puedo mostrarle alguna cosita, si no le incomoda. A ver qué le parece...

Y así fue que ella empezó a recibir los textos de Trevisan. La nota simpática es que ella hizo toda la movida por amor, para que el novio tuviera acceso a su ídolo (cuya obra y existencia ella hasta entonces ignoraba). Pero él, por respeto al gran escritor, nunca quiso que ella se lo presente y ni siquiera se permite leer de ojito los inéditos del maestro, por más que se muerda las manos de curiosidad. Agrega Rafael que el viejo tiene un librero amigo, encargado de la tarea de recopilar historias, que alguna gente deja por escrito en la librería o le cuenta al librero y que Trevisan, a veces, recicla en sus propios textos, incorporando algún detalle o la historia entera. No entendí bien el mecanismo, ni cuál es el pacto, ni quiénes son los que dejan sus historias.


Recién, en el camino de regreso de Curitiba, en la escala de Porto Alegre, encontré en la librería del aeropuerto un libro de Trevisan. Los cuentos que leí, de la recopilación A gorda do Tiki Bar, son bastante picantes, al límite de lo pornográfico, con ilustraciones a tono (foto arriba). Más de uno trata de fantasías de sumisión sexual de una jovencita con un hombre mayor, siempre narrado, con abundante obscenidad, desde el punto de vista femenino. Dos cuentos describen con lujo de detalles el tórrido encuentro entre una joven estudiante y su profesor. El encuentro casual de la chica con Trevisan cobró de pronto otro cariz. Me imaginé qué pasaría por la cabeza de la novia del amigo de Rafael al leer los escritos lujuriosos del maestro. Me pregunté también cómo serían luego los encuentros, cargados de tensión sexual, para la "devolución" de lo leído. También pensé en qué ratones bizarros se haría el amigo. A lo mejor, sólo se trata de literatura.

Ahora que pongo todo esto por escrito, por otra parte, me surge la sospecha de que el amigo es un personaje de ficción y que a lo mejor no es otro que Rafael el que deja sus historias en la librería Joaquím.
-¿Vas a hacer una película sobre Trevisan?
-No sé, no sé. No creo que sea posible.
-Pero te gustaría.
-Sí.
-¿Sería autobiográfica también?
-Sólo un poco.

-Andrés Di Tella


Anotado el lunes 25 de octubre en el vuelo Curitiba - Porto Alegre - Buenos Aires.

martes, 26 de octubre de 2010

diario de Curitiba (3)







22.10.10 / 19 horas
Teatro da Caixa / Curitiba
Sessão de abertura:

Hachazos
performance/projeção com Claudio Caldini e Andrés Di Tella

Cinema expandido ou documentário ao vivo?
Parte de um mesmo projeto mutante, em colaboração, que compreende um livro ilustrado e um futuro filme, esta “performance/projeção em formatos múltiplos” incorpora uma diversidade de materiais cinematográficos, textuais e musicais de ambos artistas: projeções múltiplas em Super 8 e vídeo digital, fotografias, imagens recentes e de arquivo, música eletroacústica, gravações magnéticas, leituras em voz alta. Claudio Caldini, pioneiro do cinema experimental, e Andrés Di Tella, referência no documentário em primeira pessoa, exploram, por caminhos diversos, um mesmo eixo: um experimento cinematográfico que é, ao mesmo tempo, um experimento de vida.

fotografías de Nicole Lima


lunes, 25 de octubre de 2010

The Expanded Cinema of Claudio Caldini and Andrés Di Tella


HACHAZOS, THE EXPANDED CINEMA OF
CLAUDIO CALDINI AND ANDRES DI TELLA

The local experimental cinema community knows well the name of Claudio Caldini. His films aren’t regularly screened, but when they are, the projection itself becomes an event, an installation, a reading and a concert. Nothing seems to be taken for granted. The cinematic spectacle changes to become an unpredictable performance during which cinema bursts beyond the screen and transforms into what many critics have called “cine expandido,” or “expanded cinema.”

At the Sala Lugones last Wednesday night, Caldini presented Hachazos, a fragment of the “Multiple and Mutant” project he’s developing with filmmaker Andrés Di Tella. The project will eventually result in a book and a film by Di Tella about Caldini. In the first two rows of the movie theater sat five Super-8 projectors, operated by Caldini himself, who at times also played a keyboard synthesizer. Doing so, he became the accompanist for his own silent and hallucinogenic motion pictures. At different points during the projection, Caldini would stand and deliberately cast his own shadow on the screen. At other moments, Di Tella read fragments of biographical and fictional texts or pressed the keys of a noisy, manual typewriter.

The title of the work, Hachazos (Blows of an Ax), refers to the practice of film distributors — common here when Caldini was a kid — of destroying movie prints with an ax when their permissions had expired. They then sold them to the painting industry which recycled the acetate. But the story becomes more personal and complex when we hear that Caldini’s father and godfather kept a mini-workshop where they restored these films and then viewed them in private screenings for family and friends. The story goes that the discussion afterward revolved less around the film itself than about the technical accomplishment of the restorers. It’s the material effort, usually hidden to the audience, that became visible during these viewings.

“We need to escape this ocean of anonymous images,” Di Tella explains, referring to the proliferation of YouTube videos and other digital media that, in contrast to Super-8, for instance, allows infinite reproduction. Di Tella and Caldini’s performance piece isn’t scheduled to happen again; it doesn’t have a Replay button. However, the biographical texts and images read and shown in that unique context don’t evoke regret or indulge in nostalgia. Quite the opposite, they produce a different, expanded and new experience that transforms memory itself.

Text by Gabriela Schevach

fuente: http://juanele.me/

fotografía de Guillermo Ueno

domingo, 24 de octubre de 2010

diario de Curitiba (2)









fotos tomadas con el iphone


diario de Curitiba

Plaza central de Curitiba. Vine aqui para formar parte del jurado en el Festival Internacional de Cinema Super-8. También para repetir Hachazos, la performance / proyección en formatos múltiples que se estrenó esta misma semana en Buenos Aires y que comienza así su turné mundial... A modo de homenaje al formato insignia del festival, me acordé de tomar fotografías acordes, con look super-oito.

Esta foto, tomada también en la plaza de Curitiba, sería un homenaje a Ofrenda, el pequeño gran film de Claudio Caldini que inaugura una retrospectiva de sus películas en super-8.

El auditorio del Teatro da Caixa, que reventó de público para la función de Hachazos, en apertura del festival (quedaron más de 100 personas afuera).
Carlos Magno Rodrígues, cineasta experimental de Belo Horizonte que integra el jurado. Empezamos peleando. A ver quién gana. En el bolsillo, como libro de consulta permanente, lleva El arte de la guerra de Sun Tzu (¡en serio!). El tercero en discordia es el profesor Rubens Machado, Jr., de la Universidad de Sao Paulo, autor de una investigación sobre el cine experimental brasileño de los años 70.

Premonición de la derrota de Carlos Magno, con sus nudillos onda L O V E + H A T E.

Lucas, operador super-8 excepcional, que hace un verdadero arte de la proyección. Me contó que, después de la última función, queda con el brazo dolorido de tanto ajustar el foco. Fue uno de los que lloró de emoción con esta versión de Hachazos en portunhol.

Mientras Caldini prepara su proyección, que opera él mismo, en la cabina el operador aprovecha para espiar el desarrollo del clásico Atlético Paranaense vs Curitiba.


http://revistaideias.com.br/ideias/content/super-8

viernes, 22 de octubre de 2010

La televisión y yo

La televisión y yo

Una instalación de Andrés Di Tella

Marta Minujín fue la primera artista argentina que supo ver y no despreciar la televisión. En 1964 hizo un happening en pleno estudio de televisión, posiblemente el primero del mundo, trasmitido en vivo por canal 7. Y en 1966 hizo otro happening, Simultaneidad en simultaneidad, que transformó al Instituto Di Tella de la calle Florida en un estudio de televisión.
Yo mismo, hijo de uno de los fundadores de aquel Instituto Di Tella, hice una película sobre mi familia que se llamó La televisión y yo. A modo de homenaje a Marta Minujín, propongo una instalación muy simple, a la que le doy el título de mi película. Y es nada más que esto: Marta Minujín mirando la tele.
-Andrés Di Tella

Televisión. El Di Tella y un episodio en la historia de la televisión.
Espacio Fundación Telefónica
Arenales 1540
Curadores: Inés Katzenstein y Rafael Cippolini

Inauguración: 22 de octubre 2010.

jueves, 21 de octubre de 2010

Hachazos (por Guillermo Ueno)









Hachazos, performance/proyección en formatos múltiples de Claudio Caldini y Andrés Di Tella. Sala Leopoldo Lugones, miércoles 21 de octubre 2010.

Fotografías de Guillermo Ueno.