domingo, 7 de noviembre de 2010

Diario de Madrid (6)

Domingo. Desayuno en el Bar Moderno de la Plaza de las Comendadoras. Hacía frío y el pulso del mozo dejaba algo que desear. Pero tener la plaza casi toda para mí valió la pena.

Por la tarde, largo viaje en el Metro hasta Getafe, barrio obrero de los suburbios de Madrid. En el camino, leyendo el nuevo libro de Georges Didi-Huberman. Así soy, como los peronistas: ni bueno ni malo, incorregible. High & Low.

Llega el micro con Messi y los suyos. La hinchada visitante festeja.

Conseguí una ubicación increíble, en la primera fila, casi en la esquina del estadio, con la visual ligeramente obstruida pero a menos de 10 metros del linesman. Todo muy limpito, muy tranquilo, muy primer mundo. No me creía estar en la cancha. Hasta ponían música, que liquidaba todo el mínimo clima que podría llegar a haber (la apagaron recién 5 minutos antes de empezar el partido).

En el segundo tiempo, justo delante nuestro, empezaron a hacer ejercicios de precalentamiento los suplentes del Barça. ¡Guardiola! ¡Meté los cambios de una vez así vemos algo!

Ho visto a Messi. Vi a Pelé, de chico, en un amistoso de Santos contra Chelsea en Londres (1972?). Vi a Maradona, cuando recién empezaba, en Argentinos Juniors (dos goles en un 3 a 1 contra River, en Caballito, 1979). Vi a Cruyff, con el Ajax, en la final de la "Champions" (por entonces, se llamaba European Cup). Ahora vi a Messi. Y dio la talla. No hace muchas cosas, de hecho anda caminando por ahí, casi desganado, cuando no participa de la jugada. Eso sí, cada vez que agarra la pelotita es peligro de gol.

Y a los 20 minutos, el primer gol. Messi, claro. Lo vi bien de cerquita. Después metió otro que le anularon (mal) y se perdió un par más, por poco. Habilitó a Villa con un pase magistral para el segundo. Y le robó la pelota a un defensor de Getafe para darsela a Pedro que "selló" el 3 a 0. Fuera de eso, no hizo "nada". Al verlo de cerca, llama la atención la velocidad y la precisión con que juega Messi. Y todo Barcelona. Nunca vi una cosa así. Hasta Mascherano, que hoy jugó de titular, se está contagiando. Tiqui-tiqui. Tiqui-tiqui. Gol. Después, se fue expulsado Piquet por una mano que salvó un gol. El penal puso el 3 a 1 y un poco de emoción a un partido que ya estaba liquidado. Para "festejar" el gol, insólitamente, volvieron a poner música, una especie de himno-pop ridículo del Getafe, onda "que viva España". Si fuera hincha, me daría vergüenza. Como que no confían que vamos a gritar el gol. Ahora que lo pienso, la hinchada del Getafe en algún momento realmente llegó a cantar "¡Que viva España!"

fotos de celular

2 comentarios:

Anónimo dijo...

muchassssssssss fuera de foco.

Pedro dijo...

Todavía hay gente que no quiere ver la realidad, parece mentira. Messi es el mejor.