domingo, 4 de noviembre de 2012

La primera y la última fotografía


"La primera y la última fotografía" fue el título de la ponencia de Eduardo Cadava, en el marco del coloquio internacional Los lenguajes itinerantes de la fotografía, organizado por la Universidad de Princeton y la UTDT, que terminó ayer. El investigador norteamericano dio detalles muy interesantes de cómo se hizo y cómo circuló posteriormente la “primera”: la famosa fotografía de Joseph Nicéphore Nièpce, Vista desde la ventana de Gras, registrada en 1826 con una cámara obscura, sobre una placa de metal cubierta con asfalto natural, expuesta al sol durante 8 horas (por eso Nièpce las bautizó “heliografías”, o “escritura del sol”). Las partes del barniz afectadas por la luz se volvían insolubles. Después de la exposición la placa se bañaba en un disolvente de aceite de lavanda y aceite de petróleo, disgregándose las partes de barniz no afectadas por la luz. Posteriormente, se lavaba con agua, dejando una imagen compuesta por la capa de betún para los claros y por la superficie metálica de la placa para las sombras. La reproducción de arriba, realizada en 2002 en la Universidad de Texas, donde se encuentra actualmente la placa histórica de Nièpce, viene a reemplazar lo que fue la imagen oficial de la primera fotografía (ver abajo), una reproducción realizada en los laboratorios de Eastman Kodak de Harrow, Inglaterra, en 1952, por iniciativa de Helmut Gernsheim, el historiador de la fotografía que redescubrió la placa original. De paso, le devolvió a Nièpce el título de “primer fotógrafo”, usurpado durante años por su ex socio Louis Daguerre. Paradójicamente, el historiador no quedó satisfecho con la reproducción del laboratorio y decidió retocarla ¡con acuarelas! “Del rigor en la ciencia” diría alguno… 



La última fotografía, según pude entender del relato de Cadava, sería el Googlegram Nièpce (2005) de Joan Foncuberta. El fotógrafo y teórico catalán procesó con un sofware de foto-mosaico los resultados de una búsqueda de Google Images de las palabras “foto” y “photo”, lo cual generó una imagen compuesta por miles de imágenes tomadas de la web, ubicadas de acuerdo a su valor cromático y densidad, viculando el origen químico de la fotografía con su presente pixelado, desmaterializado (ver abajo). Vale la pena visitar la web del Metropolitan Museum of Art, que incluye la obra de Foncuberta en la muestra After Photoshop: Manipulated Photography in the Digital Age. Allí se puede entrar en la foto para ver en detalle su composición: cliquear aqui. Ninguna fotografía es idéntica a sí misma, concluye Cadava. Toda imagen es en sí misma un archivo de otras imágenes y conocimientos previos. Nosotros mismos no somos otra cosa que un archivo itinerante.
-Andrés Di Tella





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